jueves, 10 de abril de 2008

4 meses… en las palabras del director Cristian Mungiu


Desde que se ganó la Palma de Oro en Cannes, como dijo Cristian Mungiu, el director de 4 meses, 3 días y 2 semanas no hace otra cosa que hablar de su trabajo. Seleccionamos una de las entrevistas interesantes concedidas por Mungiu, en este caso para la prensa brasileña, y la publicamos acá. Esperen, pronto, unas preguntas exclusivas del cineasta rumano al blog de Babilla Ciné!

Folha de SP - Cuando recibiste la Palma de Oro, dijiste que el premio era una “buena noticia para los pequeños cineastas, de pequeños países”, porque demostraba no ser más necesario “hacer películas con grandes presupuestos y grandes estrellas” para llegar a los espectadores. Eso quiere decir que usted no tiene intención de trabajar en Hollywood?

Cristian Mungiu – Después de una película, uno nunca sabe exactamente lo que va a hacer. Mi preocupación es encontrar otra historia que quiera contar, que tenga que ver conmigo. Por eso, creo que será una historia rumana. Creo que los directores deberían dedicarse a las historias que saben contar mejor. No tengo nada contra las películas con actores famosos, pero, en el caso de mi película, sabía que podía dejarlo de lado.

Considerando que tu generación no encaró el aborto desde una perspectiva moral, como has declarado, ¿la experiencia personal en la cual se basó el guión de 4 meses, 3 semanas y 2 días fue perturbadora en el momento en que ocurrió?

Supe cinco años después de lo ocurrido. Ocurrió hace 20 años. La experiencia de oír una historia así es de las más frustrantes, porque no hay nada más que uno pueda hacer. En principio, actué como las personajes de la película. Pensé: nunca voy a hablar de esto. Pero llega una época en la vida en que uno tiene que enfrentarse al propio pasado. Hice eso en esa película de una tal manera que, honestamente, hoy mal logro distinguir lo que es ficción de lo que es documental, de acuerdo con la historia que he oído.

¿Qué relación hay entre esa experiencia personal con el panorama político de la Rumania socialista, tema de tu nuevo proyecto?

Por más que la gente quiera pensar lo contrario, somos el resultado de la manera como crecimos y fuimos creados. Yo soy fruto de la generación del baby boom [cuando la prohibición del aborto en Rumania resultó en el aumento de la tasa de natalidad]. La prohibición del aborto fue uno de los temas más importantes de mi generación. El modo como vivimos en nuestra adolescencia está relacionado a eso. Es claro que es más fácil justificar las actitudes de uno diciendo que uno está luchando por su libertad. Pero no creo que, por eso, uno deba minimizar las consecuencias.

¿Pretendiste hacer una película antiaborto?

No creo en educación impositiva. La película enseña la historia, con todos sus lados. No defiende ninguno de ellos.

Parte de la crítica no aprueba tu decisión de exhibir la imagen del feto. ¿Por qué has optado por ser explícito?

Cuando escribí el guión, no estaba segura si iría o no enseñar esa imagen. En la edición, había alternativas. Pero, por la manera como hicimos esa película, percibí que la cosa más deshonesta que podría hacer con el espectador sería no dejarlo ver lo mismo que la personaje veía en esta hora. Toda esa película fue hecha intentando evitar la idea de manipulación. Buscamos un estilo en que nuestro punto de vista, del equipo que rodaba, no se impusiera como intermediario entre la historia y el espectador.

La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood no ha aceptado la candidatura de 4 meses, 3 semanas y 2 días al Oscar de mejor película extranjera. ¿Eso te ha dolido?

Cuando uno tiene expectativas, duele. Y nosotros teníamos expectativa, por puro desconocimiento de cómo las cosas funcionan en Hollywood. 4 meses tuvo gran atención de la prensa en Estados Unidos y fue destacada por muchos críticos de allá como la mejor película extranjera del año. Pensábamos que había una relación entre el gusto de los periodistas norte-americanos y el gusto de los miembros de la Academia. No hay.

Tú solías dirigir comerciales en Rumania. ¿Todavía haces este tipo de trabajo?

Desde Cannes no dirigí más comerciales, no porque haya decidido parar de hacerlo, pero por absoluta falta de tiempo. 4 meses fue vendida para 60 países, y yo he priorizado el trabajo de promoverla. En fin, no he olvidado porque hice esta película: yo iba al cine, destetaba las películas y tenía ganas de hacer una película que a las personas les gustara ver.

¿Cuáles eran las películas que detestabas?

Eran películas de todos los géneros. Lo que odio son películas pretenciosas, complicadas, aburridas. No creo que una película tenga que hacer con que el espectador quiera salir de la sala, sino dejarlo pegado a la silla.

(Publicada en la Folha de São Paulo. Por Silvana Arantes)

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